El robo de los artefactos eléctricos y los destrozos en los distintos componentes que integran el armado de circuito urbano grafican un paisaje desolador e incomprensible. Además, el túnel que permite el ingreso a la pista se encuentra inundando y un puente que tuvo un costo de construcción de 2 millones de euros hace las veces de refugio para los "vagabundos".
No es la primera vez que el trazado valenciano sufre este tipo de ilícitos ya que durante 2008 y 2009 fue víctima de un número importante de robos, lo que llevó a la organización a desarmar, desde 2010, parte del circuito, luego de la carrera. Sin embargo, la crisis económica no permitió el empleo de personal de seguridad y la vigilancia recayó en la Policía local y nacional.
Por otra parte, la vigencia del contrato que marca la alternancia del Gran Premio de España entre Montmeló y Valencia dejó al trazado callejero sin Fórmula 1 en 2013. El regreso de la "Máxima" se producirá en 2014, pero las lamentables condiciones podría complicar la situación.
Con respecto a las zonas aledañas, los vecinos elevaron una denuncia a la Generalitat con intención de frenar la ola de saqueos y se le encuentre una utilidad hasta el regreso de la F1.
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