lunes, 11 de febrero de 2013

TRULLI ROMPIÓ EL SILENCIO Y TIRÓ CON MUNICIÓN GRUESA


En la pretemporada 2012 fue la última vez que se lo vio a Jarno Trulli arriba de un auto de Fórmula 1. El italiano manejó el CT01 de Caterham durante la primera sesión de test de aquella temporada y luego, la escudería malaya lo sustituyó por el ruso Vitaly Petrov. Un año después de esa decisión, el hombre nacido Pescara rompió el silencio y reconoció que él mismo fue el que eligió dar un paso costado porque el equipo no tenía posibilidades de crecer.
"Me di cuenta de que Caterham no hacía más que retroceder en vez de avanzar, y que el equipo no tenía ninguna oportunidad en el futuro. Viendo que el equipo no me pagaba, no me decepcionó cuando me dijeron que ya no pilotaría más. Venía de probar el coche, y no era diferente al del año anterior. Seguir pilotando para ellos no habría cambiado nada, ni mi vida ni mi carrera. Lo que la gente no llega a entender es que fui yo el que decidió no seguir pilotando, ya que tenía contrato en vigor. Le di al equipo la oportunidad de sobrevivir con un piloto de pago", sentenció el piloto de 38 años. 
Por otro lado, el ex Minardi, Renault y Toyota, entre otros, aseguró que la F1 ha dejado de lado a constructores de la talla de BMW o Honda, quienes emigraron de la categoría en los últimos años. "El error más grande que ha cometido la F1 en quince años fue no escuchar a los constructores y dejarlos a un lado. A veces había un equipo mejor que los demás, que dominaba, pero siempre había la esperanza y los medios de darle la vuelta a la situación el año siguiente. Pero ahora eso es imposible, ya que solamente están Ferrari y Mercedes como constructores", expresó el corredor que ocupó una butaca en la desaparecida estructura del francés Alain Prost. 
Uno de los puntos instalados en la agenda de las F1 desde hace un tiempo, es el desembarco de pilotos que ingresan a los equipos gracias a fuertes aportes privados. Con respecto a este tema, Trulli indicó que estos corredores le quitan lugar a las jóvenes promesas. Hoy en día, primero se presenta el monoplaza y luego se piensa en los pilotos. El 70% de los equipos están en una mala situación económica, y deben sobrevivir de una forma o de otra con los pilotos de pago. Estoy triste por los jóvenes pilotos, porque a menudo no tienen patrocinadores y, por tanto, tienen muy pocas opciones de llegar a la F1. Es impensable que un piloto deba aportar dinero para correr. Antes, un piloto llegaba a la F1 gracias a su talento, pero ahora la F1 se ha convertido en una sociedad de alquiler de vehículos de lujo", concluyó el italiano.

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