El coche, el TMG Yaris WRC, cuenta con el motor turbo de 1.6 litros de Toyota para las competiciones de pista y fue probado en Italia esta semana por el veterano finlandés Sebastian Lindholm y el ex piloto oficial de Subaru, Stéphane Sarrazin. El test ha estado coordinado por el Motorsport Italia.
La división deportiva de Toyota, TMG, quiso mantener el resto de detalles del test en secreto, pero un portavoz del equipo comentó que estaban contentos con los resultados obtenidos. También confirmó que se trata del primero de una serie de test que se realizarán este año, formando parte de un proyecto a largo plazo.
Toyota fue uno de los fabricantes más exitosos del WRC de la década de los 90, cuando logró cuatro títulos de pilotos y tres de marcas antes de pasarse a la F1 en 1999.
El presidente de Toyota Motor Corporation, Akio Toyoda, comentó en un programa del WRC en la televisión japonesa el pasado mes de enero que le gustaría regresar al Campeonato del Mundo de Rally, aunque dijo que no podría asegurar cuando ocurriría.
Lo cierto es que el esperado regreso de la marca japonesa al campeonato no será con este coche, ya que como aseguró el portavoz del equipo, el TMG Yaris WRC no será homologado para la competición.
Lo más probable es que Toyota vuelva con un coche diferente, conforme con la nueva reglamentación técnica del WRC que entrará en vigor en 2017.
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