Hombres con billeteras fuertes o grandes sponsors en busca de un butaca en la Fórmula 1 son, desde ya hace bastante tiempo, la bocanada de aire fresco que le permite a las escuderías más débiles palear su estadía en la máxima categoría del automovilismo mundial. Pero, muchos de los que logran ingresar no tienen el nivel necesario para afrontar la exigencia que marca la divisional nacida en 1950.
El jefe de equipo de McLaren, el inglés Martín Whitmarsh, cargó duramente contra aquellos que se valen del dinero para subirse a un F1 y aseguró que muchos jóvenes talentosos quedan al margen por no contar con el respaldo económico necesario.
"Personalmente, creo que es triste tener pilotos que pagan tanto para llegar a la F1. Los números se han deslizado hacia arriba y, aunque estoy seguro de que resulta bueno y emocionante para aquellos que pueden permitírselo, uno desearía que en la máxima expresión del automovilismo mundial no hubiera pilotos de pago, sino corredores jóvenes y profesionales que ahora no pueden tener acceso (a la F1)", sentenció el director de la escudería de Woking.
En relación al nivel competitivo de los pilotos que aportan dinero a los equipos, Whitmarsh fue contundente en su apreciación: "Es triste decirlo, pero la razón de que algunos de ellos son pilotos de pago, no todos, se debe a que en realidad no son lo suficientemente buenos como para estar en la Fórmula Uno".
Asimismo, el máximo responsable de McLaren indicó que para algunas estructura estos hombres son imprescindibles porque sus ingresos forman parte del presupuesto. "Creo que es difícil en la F1 decir a algunos de los equipos que no tengan pilotos de pago porque lamentablemente se han convertido en un componente importante del presupuesto", apuntó el hombre que ingresó a la escuadra de Woking en 1989.
Por último, Whitmarsh reconoció que las escudería no toman riesgos a la hora de elegir pilotos y eso luego repercute en el futuro. "Los equipos son conservadores y no corren riesgos y los riesgos que se toman se materializan en ingresos inmediatos para el equipo, pero no se materializan en potencial en cuanto a pilotos para el futuro", concluyó el ingeniero inglés.
Uno de los casos que ejemplifica puntualmente los dichos del directivo de McLaren es el del indio Narain Karthikeyan. Con la desaparición de HRT, el hindú se quedó sin butaca y ahora suena como uno de los posibles ocupantes del segundo auto de Force India, junto al francés Jules Bianchi, el alemán Adrián Sutil y el brasileño Bruno Senna.
El ingreso a Karthikeyan a la carta del equipo de su compatriota Vijay Mallya se debe al fuerte capital que puede aportar la terminal automotríz Tata Motors, patrocinador personal del piloto de 36 años. A pesar de que el magnate indio había declarado que ni el ex Jordan ni su coterráneo Karun Chandhok manejarían uno de sus monoplazas, el poder del dinero lo habría hecho cambiar de opinión. De esta manera, tres jóvenes valores como Bianchi, Sutil y Senna se quedarían sin lugar en la "Máxima".
Siguiendo con el tema central de la nota, Chandhok tiene una historia particular que lo une con Argentina. El hindú fue quien le ganó la pulseada a José María "Pechito" López en la negociación por la segunda butaca de HRT, en marzo de 2010.
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