domingo, 17 de febrero de 2013

LA TELEVISIÓN, LA GRAN PREOCUPACIÓN DE ECCLESTONE


La Fórmula 1 es una producto que desde la llegada de Bernie Ecclestone se dedicó a cautivar y hacer base en los distintos mercados económicos. La llegada al territorio asiático, a los países árabes y la planificación de nuevos Grandes Premios en Estados Unidos o Rusia son parte del plan ambicioso que tiene el empresario inglés para vender el "Gran Circo" de la "Máxima" a todo el mundo.
Para llevar a cabo esta iniciativa, Ecclestone necesita de un elemento de difusión fundamental: la televisión. La audiencia mundial es la principal estadística que la F1 toma en cuenta para hacer su balance anual y si se repasa las conclusiones de la última temporada, la categoría más importante del mundo motor fue vista por 500 millones de personas, marcando un déficit de 15 millones de televidentes con respecto al 2011.
La mayor pérdida se produjo en China, donde los registros de televisión cayeron un 34%, lo que equivale a 25 millones de espectadores. Uno de las principales causa de la baja en la audiencia se debe a que muchas de las carreras en el continente asiático coincidieron con eventos deportivos locales, ya que las competencias se realizan en horario nocturno para capturar la atención en la mañana europea.
En contraposición, el mercado brasileño es uno de los que mantiene un crecimiento constante de un 8,9% año tras año, consiguiendo en 2012 un tope de 85,6 millones de espectadores. Gracias al protagonismo de Fernando Alonso y Ferrari, España e Italia mostraron un ascenso en la audiencia del 15% y del 11,5%, respectivamente.
Otro de los puntos que sufrió una merma importante fue el territorio británico. Inglaterra y sus países vecinos registraron un caída de 3,8 millones de televidentes. El factor basal de esta reducción esta apoyado en la nueva política que emplearon los medios europeos, quienes establecieron que el usuario debe pagar un arancel especial para poder ver los Grandes Premios. A pesar de que un número de competencias fue trasmitida por televisión abierta, la cadena privada Sky adquirió los derechos e impulsó este sistema de pago.
Gran Bretaña fue uno de los pionero en la codificación de la Fórmula 1 y a esta iniciativa se le sumaron Italia, que para 2013 dejó sólo 8 fechas para que sean transmitidas por la RAI, mientras que las 11 restantes serán televisadas por el productora del magnate australiano Rupert Murdoch. Además, a esta tendencia se sumó recientemente Canal +, empresa que lleva la "Máxima" a Francia, que firmó un contrato por 3 temporadas.
En vísperas a cristalizar el Gran Premio de Sochi en 2014, Rusia fue uno de las naciones que presentó una baja del 12,8%. La caída en suelo ruso gira alrededor de las discretas actuaciones de Vitaly Petrov en Caterham y su posterior salida de la órbita de la F1 en 2013.
Uno de los casos más llamativo es el de Estados Unidos. El país norteamericano recibió de manera espectacular una nueva competencia tras cinco años de ausencia, pero el regreso no se tradujo en las pantallas ya que la audiencia televisiva de redujo un 3%.
La merma en el rating y en el número de espectadores también preocupa a las escuderías, quienes arman un 42% su presupuesto anual en torno a la televisión.  "Hacemos un seguimiento sobre la nueva estrategia de ir hacia la televisión de pago. Se puede aumentar el perfil de los fans y tener audiencia educada pero quizás tengamos que revisar nuestras cifras de patrocinio si esta tendencia se vuelve global", afirmó el jefe de equipo de Lotus, el francés Eric Boullier, con respecto a la importancia de los medios en la vida financiera de los equipos.

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